FELICES FIESTAS
Quiero
aprovechar estas líneas para desear una Feliz Navidad y un año 2016 en que
podamos cumplir la mayoría de nuestras expectativas pero, sobre todo, que
estemos con aquellos a los que queremos y que nos quieren.
Además
de las ventajas nutricionales de nuestra alimentación, en todo lo que he
hablado, la base ha sido que comemos para sobrevivir como el resto de seres
vivos pero con una diferencia fundamental respecto a todos ellos.
El
ser humano come como parte de un acto social que nos permite establecer
relaciones con los demás. No solo para marcar un nivel entre los individuos y
grupos sociales, que también (desde siempre el tipo de comida y su cantidad han
marcado el nivel social), sino como parte fundamental de la interrelación entre
las personas.
Hoy
día, una vez que tenemos cubiertas las necesidades nutricionales básicas, cosa
que por desgracia no ocurre en todos los casos, lo más importante de una comida en fechas
festivas no es lo que comamos sino “con quien” lo comamos.
Aunque
los besugos, percebes, langostinos, corderos, pavos, capones, pulardas,
turrones, polvorones y leche de almendras parezcan los reyes, lo que de verdad
es importante es poder pasar un tiempo con aquellos a los que queremos y
disfrutar de unos momentos que nunca sabemos si volverán. Son las sobremesas,
los aperitivos, las comidas codo a codo porque somos más que capacidad tiene la
mesa, la parte más gratificante de cualquier festividad, pero mucho mas de
estas fiestas familiares.
Además
estas celebraciones suponen el recuerdo de aquellos que ya no están con
nosotros pero que nos han dejado la huella de su cariño.
Por
todo ello, disfrutemos de la Navidad, recibamos el nuevo Año con ilusión y no
hagamos proyectos imposibles, pongámonos manos a la obra para cambiar a mejor
poco a poco, con tesón y paciencia, nuestra vida y las de nuestra gente.
Ojalá
que cuando volvamos, dentro de un año, a celebrar estas fechas lo hagamos con
la satisfacción de haber hecho todo lo posible para mejorar nuestra vida y la
de los demás.